jueves, 31 de julio de 2014

En memoria: 70 años de un aniversario, de una desaparición.



    1944. II Guerra Mundial. Lightning P-38. Aviación.

   Alguien puede preguntarse- con cierta razón- el porqué de la aparición, del planteamiento - cual posible acertijo, enigma- de una serie de palabras clave que tal vez- solo tal vez- no tengan relación alguna con el mundo de las letras, con el universo literario. 

   El mundo de los libros, de los autores, creo, va más allá de una simple obra. Todo lo que puede rodear al autor, a la obra, a sus circunstancias, puede ayudar a todo lector a entender el contexto de cierta novela, poema, obra teatral, a descubrir temas o a conocer al propio autor desde otro punto de vista.

   Disculpad que me vaya por los cerros de Úbeda. Iré a la cuestión del día de hoy.

    Tal día como hoy de hace 70 años (1944) un piloto francés desaparecía mientras realizaba un vuelo de reconocimiento a bordo de un avión Lightning P-38 sobre posiciones alemanas en territorio francés. Años después- en 2008- y después de encontrarse los restos de ese avión un expiloto alemán confesó que lo había derribado. Era período bélico: la II Guerra Mundial.

    Antoine de Saint Exupéry era el abatido piloto francés.

    ¿Quién fue Antoine de Saint Exupéry? Era y es el autor de uno de los clásicos literarios por excelencia y uno de las obras más traducidas: El principito. Obra publicada en 1943, un año antes de la desaparición - y muerte- del piloto francés. Un piloto de aviación que intentaba descubrir nuevas rutas, que desde su avión reflexionaba y a partir de estas  y de sus experiencias las plasmaba posteriormente por escrito

    Ya será momento en otra entrada de resaltar la obra cumbre de El principito, de apuntar la serie de valores que quiso transmitir, reflejar en esta obra breve. Sirva esta entrada para recordar la figura del autor en sí.

    Muchas son las obras biográficas que han surgido para glosar su figura, pero tal vez la más interesante ( al menos para mí y pensando en cómo hacer llegar la figura de este piloto francés y de paso la obra cumbre de El principito a los más pequeños desde una óptica educativa) es una obra que acaba de publicarse, un libro ilustrado que me ha llamado la atención por su sencillez, por cómo plantea la figura del autor y por cómo recrea la vida de Saint Exupéry.

    Se trata de El piloto y el principito de Peter Sis, un reconocido cineasta e ilustrador que desde hace años se dedica a los libros y que ha obtenido uno de los premios de reconocimiento de la literatura infantil (el Premio Hans Christian Andersen).



   Esta biografía, este álbum ilustrado, merced a las ilustraciones que hay en sus página acompañando a los textos breves explicativos de la biografía esencial de Saint Exupéry, puede ayudar a los más pequeños- con la ayuda de un adulto en el caso que no sepa leer el niño- a entender la figura de un autor, a descubrir la historia,  a saber algo más de un autor-piloto.

    Obra totalmente recomendable tanto para los más pequeños como para adultos.

lunes, 28 de julio de 2014

28 de julio de 1914: declaración de guerra (I Guerra Mundial)



    Hace aproximadamente un mes me hice eco de un hecho histórico, o mejor apuntar, recordaba en una entrada el centenario de un atentado terrorista hacia una de las figuras políticas del continente europeo de principios del siglo XX. La muerte del archiduque Francisco Fernando, y heredero al trono del Imperio Austro-Húngaro, y su esposa supuso, sin saberlo un factor desencadenante de lo que vino días después.

    El asesinato del archiduque fue el pretexto idóneo para realizar toda una serie de pasos que provocaron que tal día como hoy, 28 de julio, pero de hace cien años, se produjese la declaración de guerra de Austria hacia Serbia, que casualmente era aliada de Rusia y que parecía o todo indicaba que estaba convirtiéndose en una potencia, algo que desde el Imperio Austro-Húngaro no veían con comodidad.

    El 28 de julio de 1914 el Imperio Austro-Húngaro declaró, como apuntaba, la guerra de manera oficial a Serbia bombardeando la ciudad de Belgrado. En este primer capítulo bélico Alemania apoyaba al Imperio Austro-Húngaro y pocos días después, el 31 de julio, Rusia se movilizó para ayudar a Serbia en el conflicto bélico iniciado. A partir de ahí se sucedieron los acontecimientos: Alemania el 1 de agosto declaraba oficialmente la guerra a Rusia y entre el 1 y el 4 de agosto entraron en escena tanto Francia como Inglaterra, esta última ante la ocupación de Bélgica por parte del ejército alemán. Había empezado una guerra sin precedentes, una guerra mundial en el que los intereses geopolíticos tenían su fuerza.

   De este hecho histórico, de este conflicto bélico (la primera gran guerra del siglo XX), se han publicado numerosas obras explicando las singularidades del conflicto, los intereses de las diferentes potencias europeas y otros aspectos relevantes. Numerosos han sido los autores que han desgranado en los últimos años y recientemente, como consecuencia del aniversario de la I Guerra Mundial, tales cuestiones y han llenado, por tanto, librerías y estanterías particulares.

    Margaret Macmillan (con 1914. De la paz a la guerra), Max Hastings (con 1914. El año de la catástrofe), Barbara W. Tuchman (con Los cañones de agosto) son algunos de los autores más relevantes que han abordado el tema de la primera guerra mundial. Evidentemente, me dejo autores y títulos en el tintero, pero en el día de hoy quisiera recomendar una obra breve que trata de manera algo resumida la contienda bélica. Se trata de:

Autor: Norman Stone
Título: Breve Historia de la Primera Guerra Mundial
176 páginas
Año de publicación: 2007
Editorial Ariel
ISBN: 978-84-344-5389-0


En poco más de 150 páginas Norman Stone desgrana el inicio, las dimensiones, los aspectos más señalados, las repercusiones de este gran conflicto bélico del que hoy se celebran 100 años de la declaración de guerra a Serbia y del inicio de la I Guerra Mundial. Obra totalmente recomendable para quien quiera adentrarse, ya por su afición a la historia, ya por caminar por otros senderos "literarios", ya por conocer un poco más de la historia mundial y detectar ciertos aspectos que a día de hoy aun se repiten en la escena mundial y/o europea, en este tema tan interesante.

domingo, 20 de julio de 2014

Pequeños grandes descubrimientos: Egidio el granjero de Ham




    Joya literaria. Dícese de aquella obra literaria que merece, dada su calidad y sin importar la extensión de la obra en sí, un lugar especial tanto en la memoria de un lector como en las estanterías de su biblioteca personal. 

     Singular definición la expuesta en el inicio de esta entrada del día de hoy. Tal vez sea la menos idónea o tal vez sea una definición no exenta de matices o simplemente habría que recurrir a algún diccionario para encontrar una definición con más rigor y exactitud, pero hay obras - como la que planteo en esta nueva entrada del blog- que atendiendo a la definición escrita- e inventada, por qué no decirlo- entraría en la categoría de joya literaria.

    Bien es verdad que para otro lector tal distinción sea considerada de exagerada, pero como en todos los caminos, en todos los ámbitos de la vida, hay matices, hay senderos diferentes por los que transitar y llegar a un objetivo común: el placer por la lectura. 

    Con la intención de no entrar en más divagaciones iré al quid de la cuestión: plantear una nueva recomendación literaria, un libro que para mí entraría en la categoría de joya literaria y no simplemente por salir de la pluma de uno de los grandes escritores del género fantástico como J.R. Tolkien.

     Debo confesar que desconocía la existencia de esta incursión literaria de Tolkien, pero la casualidad hizo que en una de las tantas visitas de reconocimiento que uno suele hacer a las estanterías de la biblioteca llamase mi atención la siguiente novela breve de uno de los maestros del género fantástico:

   
Autor: J.R.R Tolkien
Título: Egidio el granjero de Ham
92 páginas
Círculo de Lectores
ISBN: 84-2268657-0


Publicado en 1949 este cuento breve (apenas cuenta con 92 páginas) representa en cierta manera, al menos desde mi perspectiva, una parodia al mundo épico, una caricatura a ciertos personajes heroicos de ciertas novelas y una crítica a los comportamientos de los poderosos y de ciertas personas que tienen en la vanidad como aspecto de su personalidad.

Este cuento narra la particular historia de un granjero (Egidio) que vive con su mujer y un perro (Gam: "Gam no sabía hablar ni siquiera el latín macarrónico; pero como la mayoría de los perros de su tiempo, podía usar la lengua popular tanto para amenazar como para fanfarronear o adular") que habla.


La forma de ahuyentar a un gigante algo simplón que ha llegado a sus tierras y destrozando todo cuanto pisa y el reconocimiento posterior no solo de sus vecinos sino del mismo rey es el inicio de esta particular historia que cuenta con la presencia de personajes o de elementos del género fantástico (dragones, gigantes, una espada algo singular) que se mueven hacia el lado de la parodia, del humor sin dejar de lado pinceladas de cierta crítica.


Poco más puedo explicar de este cuento de 92 páginas sin llegar a desvelar el final de la historia. Es un cuento que merece ser leído no una sino varias veces y que recomiendo especialmente. Para mí ha sido un pequeño descubrimiento, un libro que me ha seducido, un libro que me ha permitido llegar desde otro punto de vista a un autor como Tolkien, maestro donde los haya.


martes, 8 de julio de 2014

Poemas de Guerra (una visión poética de la I Guerra Mundial)


AUTOR: Wilfred Owen
TÍTULO: POEMAS DE GUERRA
(Edición, traducción y notas de Gabriel Insausti)
102 Páginas
ACANTILADO
ISBN:978-8415277-30-9


    La casualidad ha querido que mientras buscaba información sobre la I Guerra Mundial, o más en concreto sobre obras literarias o autores que hubiesen abordado en sus escritos este acontecimiento histórico, me encontrase en una de las estanterías de una de las bibliotecas a las que suelo acudir con una pequeña joya literaria. Ya en la entrada del pasado 29 de junio dedicada al centenario del atentado terrorista que supuso el detonante del estallido de la primera Gran Guerra del siglo XX ofrecí alguna que otra pincelada de autores y/u obras que abordaron en su momento el devenir del conflicto bélico en sus múltiples matices, pero en este caso el pequeño hallazgo merece una entrada, una especial atención y considerarla como joya literaria, como obra a tener en cuenta para conocer las impresiones del conflicto mencionado.

    Muchos son los escritores (narradores, poetas, ensayistas) que se enrolaron en sus respectivos ejércitos y decidieron ayudar a su país como acto de patriotismo en un conflicto bélico en el que participaron muchas de las naciones del continente europeo, y algunas del resto del mundo. Y algunos de ellos cambian su idea inicial sobre la guerra, sobre sus motivaciones iniciales en la participación de este conflicto, para denunciar las atrocidades cometidas por los ejércitos, por los oficiales, por los poderes  políticos, así como para mostrar las penurias tanto de la población civil como de los soldados.

    Para otra ocasión quedan las referencias narrativas de obras y autores, pues también desde la poesía se plasmó todo aquel período en sus múltiples matices, en sus variadas vivencias y posibles inquietudes y sinsabores.

    Wilfred Owen (1893-1918) es uno de esos autores que se enrolaron transcurridos unos meses después del inicio del conflicto bélico al que hago referencia. Este poeta y posteriormente soldado de origen inglés ingresó en el ejército en 1915 y es considerado el principal poeta de la I Guerra Mundial. Quiso el destino que poco antes de la firma del armisticio falleciera.

     Los poemas de Wilfred Owen abordan las diferentes cuestiones que a este poeta inglés le tocó vivir como soldado, así como una crítica a la guerra y al patriotismo divulgado por las naciones para motivar a los soldados y a la población civil.

      Siegfried Sassoon, otro de los poetas, de los autores, que vivieron en primera persona, como soldados del ejército correspondiente, la guerra, fue el máximo referente para Wilfred Owen.

     Y para concluir una muestra de la obra poética de Wilfred Owen que hemos recibido como legado:

   
       LAS POSIBILIDADES

           La noche antes del jaleo -m'acuerdo bien-
         le dimos al palique y así nos enteramos.
         "Amigo- dijo Jimmy, que sabía lo suyo-,
         sólo pueden pasarte cinco cosas:
         te desmayas, te hieren-grave o leve-
         te tumban o te salvas con tu miedo.

         A uno de nosotros lo partió un cañonazo.
         A otro lo acertaron y perdió las dos piernas.
         Un tercero- en palabras que usan los hipócritas-
         quiso el azar que lo pillara Fritz.
         Yo no tuve un rasguño, a Dios sean dadas,
         pero más le daré si otra vez cae una herida.
         En cambio, el pobre Jim no está vivo ni muerto.
         "Una de cinco", nos decía; él tuvo todas:
         herido, muerto, prisionero, todo el lote
         le tocó de una vez. Jim está loco.
                 
                    (página 67)


       LAS ARMAS Y EL MUCHACHO

           Que el muchacho compruebe sobre esta bayoneta
          qué frío es el acero, su codicia de sangre;
          qué malvado también, como el rostro de un loco,
          y qué hambre de carne delata su concepto.

          Que acaricie asimismo romas y ciegas balas
          que ansían alojarse en el pecho de un hombre
          o dadle unos cartuchos con los dientes de zinc,
          certeros como el trazo del dolor y la muerte.

          Pues sus dientes son sólo capaces de sonrisa, 
          tras sus dedos no acecha ninguna garra oculta
          y Dios tampoco ha puesto espuelas en su pies
          ni cuernos en la fronda de su espeso cabello.

                      (página 37)

lunes, 7 de julio de 2014

Libro o película (o serie) (I)



   Libro o película..¿Qué escoger en primer lugar?

   Desde tiempos remotos existe el eterno dilema o debate acerca de si leer una determinada obra o esperar a su adaptación cinematográfica o si ver una película desconociendo que está basada en una obra literaria (sea novela, la mayoría de las veces, o teatro o novela gráfica, por ejemplo) y al descubrirlo "engancharse" a la lectura de esta.

   Ambas disciplinas, cine y literatura, contemplan o gestionan, por decirlo de alguna manera, el mismo objetivo: contar historias para entretener, para formar, para transmitir valores, etc. 

    Bien es verdad que no todas las adaptaciones cinematográficas se ajustan a la realidad del libro en sí o  no tienen la misma calidad que la obra literaria (para disgusto de escritores y lectores). No es momento en esta entrada de elaborar una lista de aquellas películas que merecen un lugar de honor o de señalar aquellos largometrajes que han dejado un mal sabor de boca tanto a lectores como a críticos y escritores o de criticar que la esencia de la literatura se refleje en otra disciplina artística (como apuntaba ambas disciplinas van de alguna manera de la mano y en ocasiones aquellos valores, aquellas cuestiones que se pueden trabajar con una obra determinada en el ámbito educativo se reflejan con mayor claridad mediante una película, sea de animación o no. El saber elegir o el saber transmitir ayuda al educador que intenta transmitir.

    Deseo iniciar con esta entrada del día de hoy una sección en este blog sobre el mundo de los libros, sobre el mundo del universo literario  y lo hago después de tener conocimiento de la última adaptación cinematográfica (una obra de John Green) y de una futura (la de El abuelo de 100 años que se escapó por la ventana, primera novela  de Jonas Jonasson y un éxito de ventas), y es que la literatura presenta muchos matices, muchos senderos por los cuales transitar, poder disfrutar del viaje en el que como lectores estamos atrapados en aquel preciso momento o a lo largo de la lectura de una obra determinada.

   La propuesta que planteo en el día de hoy y que inaugura esta sección del blog es una novela de Miguel Delibes, Los santos inocentes, novela publicada en 1981, y cuya adaptación cinematográfica se estrenó tres años después y la realizó el director Mario Camus. 

    Tuve la oportunidad en mi época de estudiante de BUP, el actual Bachillerato, de leer esta novela y poder ver su adaptación al cine años más tarde. Y puedo apuntar que ambas transmiten la misma esencia de la historia en sí, aunque confieso que la película, merced a la  gran interpretación de Alfredo Landa y Paco Rabal, sobre todo, le llega a uno a atrapar con mucha mayor fuerza de lo que uno puede llegar a aventurar.

    Las diferencias sociales entre una familia de campesinos españoles y los terratenientes que poseen la tierra que trabajan los primeros, la dura vida del trabajo en el campo, las costumbres de la época, la convivencia en el seno de una familia de clase baja (con el añadido de contar con un miembro de la familia con un tipo de discapacidad que requiere de un esfuerzo mayor y de una ayuda considerable), conforman la esencia de esta novela de Miguel Delibes y que, como apuntaba anteriormente, se refleja con mayor claridad, con mayor fuerza, con mayor dramatismo en la adaptación cinematográfica. Y como pasa en toda película el elenco de actores que participan en el largometraje y la labor del director (Mario Camus en el caso de la recomendación de hoy) contribuye a que la calidad, a que la esencia de la historia, del relato, estén presentes.

    Tal vez debería, como lector habitual, postularme por una de las dos opciones (o libro o película) en el día de hoy, pero dada la calidad de la película tan solo puedo recomendar ambas opciones no solo por la buena adaptación sino porque Miguel Delibes merece estar en un lugar especial, merece estar en el recuerdo, en la estantería de cualquier lector.